Hace una semana hubo una despedida de soltera en mi trabajo, según lo acostumbrado se le prepara un vestido a la novia con papel crepe, se escoge un paje, baila su respectivo vals con todos los caballeros, entre otras cosas. Lo que resulto diferente en esta última despedida fue q no se presento un número de baile (en mi despedida mis queridos compañeros bailaron YMCA, muy chistoso) sino una serie de sketch sobre posible problemas que la futura esposa encontraría en su nueva etapa.
La Comisión organizadora, ósea mis amigas y yo tuvimos que dialogar y debatir acaloradamente sobre estos problemas “tipo” de una recién casada. Entre ellos y con el que mas me identifique fue el esposo en la computadora que no presta atención a la esposa. En mi caso, mi esposo trabaja en la casa y desde su PC, así que estas me toca esperar su santa paciencia a la hora de sentarnos a comer, otros fueron el esposo que llega con los amigos cuando la esposa le preparo una cena especial, el esposo flojo y por el último y el mas aclamado el esposo que compara todo lo que hace su mujer con la madre; cocina, limpieza y organización del hogar.
Imagino que estos problemillas surgen por la reciente convivencia y q a la larga dejare de renegar o acostumbrarme por encontrar ropa por aquí y por allá, por comenzar a tomar mi desayuno solo, por encontrar cajones abiertos, cosas fuera de lugar, etc.
